Un arduo recorrido para llevar un producto de alta calidad
La inmensidad de los llanos y el caudal de los ríos del Vichada convierten a este departamento en un escenario ideal para quienes visitan la región; pues, además de los principales atractivos turísticos con los que cuenta, existen necesidades que son latentes en esta zona estratégica del país, la pesca deportiva es uno de los medios de sustento para las comunidades aledañas a los ríos, pero la necesidad de conservación de las especies ha hecho que estas actividades disminuyan, dando como resultado pobladores afectados que viven de estas prácticas.
Los exuberantes amaneceres y puestas de sol que resaltan sobre la tierra roja, el inmenso llano y los kilómetros que dividen estas poblaciones tan lejanas con la capital de Puerto Carreño y las diferentes especies de aves, mamíferos y peces que transitan sobre la región, hacen que sea un destino para conocer y conectarse con la naturaleza y disfrutar del cariño de los “parienticos” en el oriente colombiano.
Lisbeth Dedios, una mujer de 35 años oriunda del departamento del Vichada, criada en el campo, conoce la región como la palma de su mano; como muchas familias de este territorio que se han visto tentadas e inmersas a realizar tratos ilegales, siendo el Vichada un corredor de Grupos Armados Organizados, ha encontrado un camino de progreso.
Esta mujer inicia sus días desde las 04:30 de la mañana para ordeñar el ganado de su finca en una apartada vereda de la región, para luego comenzar las labores en su hogar, sus hijos Dulce y Nicolás, dos niños intrépidos a quienes les enseña a diario sus raíces del trabajo en el campo.
Ella, con sacrificio se ha encargado no solo de las labores de crianza con sus hijos sino, además, es la líder de su hogar, menciona que desde pequeña asumió labores que cualquier hombre pudiera realizar, esto fue gracias a su padre, que sin dejar la dulzura que caracteriza a la mujer ha logrado sacar adelante a su familia.
En un día habitual, luego de ordeñar sus vacas esta mujer se dedica tiempo completo a fabricar quesos de manera artesanal, que son el sustento de su familia; un proceso de disciplina y amor, es así como describe su ingrediente secreto para lograr el éxito, en compañía de Javier, su esposo quien es su mano derecha para lograr un queso de alta calidad, considerado como el mejor de la región.
En medio del intenso calor Lisbeth recorre en su motocicleta más de 50 kilómetros, aproximadamente una hora y media para llegar al Grupo Aéreo del Oriente y de esta manera entregar el resultado de una obra de generosidad reflejada en su producto final, el queso, esta visita la realiza todos los viernes para llegar al tradicional “Farolito”, una actividad liderada por su Fuerza Aérea en este departamento y que se lleva a cabo por más de 20 años con las familias aledañas a la Unidad Militar.
El esfuerzo insuperable que realizan más de 15 familias en un recorrido que dura dos horas en época de verano y cuando es invierno, alrededor de cuatro horas, no solo para asistir a esta actividad, sino que, además, para beneficiarse con atención médica, odontológica y charlas de prevención de sexualidad en compañía del personal profesional militar.
El reflejo en el rostro de quienes compran los productos que ella y su familia realizan con dedicación es lo más gratificante, relata que llevar un producto de calidad a quienes han estrechado su mano es lo que valora.
Han sido noches largas en las que ha tenido que perder materia prima para lograr esa constancia en su producto y ofrecerlo cada vez mejor, pues ella misma se exige para traer el mismo producto de alta calidad; innumerables accidentes durante su recorrido y hasta quebrantos de salud son algunas de las adversidades a las que se ha tenido que enfrentar esta familia y muchas familias más, pero esto, no ha impedido que continúe su ardua labor y las ganas inmensas de salir adelante y construir un mejor futuro.
Luego de una venta exitosa, las familias acceden a productos de la canasta básica familiar que su Fuerza Aérea Colombiana, por medio de los vuelos de apoyo les provee, es así, como cada semana los vichadenses logran crear su negocio propio y dar a conocer productos típicos de la región.
Además de todo lo anteriormente mencionado, es importante resaltar la calidez y la amabilidad de estas personas que aman su tierra y conocen todas las bondades que tiene para ofrecer, de igual manera son conscientes del aporte que realiza su Fuerza Aérea en el progreso del departamento con cada una de las familias que viven en estas zonas de difícil acceso.