Luego labores adelantadas entre su Fuerza Aérea Colombiana, el Ejército Nacional, la Armada de Colombia y la Policía Nacional, se logró la destrucción de dos máquinas excavadoras utilizadas para llevar a cabo actividades relacionadas con la minería ilegal en la Quebrada de Norosí, Sur de Bolívar, donde se venía practicando una extracción ilegal de mercurio que afectó un área total de 30 hectáreas, la cual requerirá de 10 a 30 años en recuperarse del daño ocasionado por esta práctica ilegal.