A las 5 a.m. Luis González un niño wayúu de 9 años perteneciente a la comunidad de Wayutpa, se levanta para alistarse e iniciar una caminata de 45 minutos hacia la institución etnoeducativa de su comunidad, un lugar fabricado con palos, paja y los elementos propios de un aula ambiental en su región. Allí diariamente en una jornada convergen 95 niños de diferentes edades, quienes reciben una formación especial en lo relacionado con su entorno cultural, el conocimiento de sus tradiciones, el idioma wayuunaiki, matemáticas e incluso una catedra especial de su culto religioso.