En la carrera militar, hombres y mujeres de diferentes lugares del país los une la pasión por la aviación y el amor por su institución pero, de repente, lo empiezan a sentir dos personas que, sin pensarlo, después de compartir cuatro años en una escuela de formación, de pasar extenuantes jornadas de trabajo y cientos de charlas acerca de la aviación, un día deciden decir: ¡Sí, acepto! A amarse eternamente, como en algún momento dijeron al unísono: ¡Sí, juro! Para servirle a su patria.