Bambi bucket, una capacidad inminente para el suroccidente del país
Desde el helicóptero Black Hawk UH-60L, asignado al Comando Aéreo de Combate N° 7, en Cali, se desarrollan diferentes misiones, que contribuyen con la protección y seguridad de los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño, área estratégica para desplegar contundentes operaciones. Entre ellas, se destacan las misiones de extinción de incendios, una labor que se realiza a través de un engranaje con los organismos de socorro, para proteger la fauna y flora en esta región del país.
La tripulación de esta aeronave UH-60L se encuentra siempre lista y a la espera del llamado de la comunidad; está conformada por un grupo de hombres altamente preparados para reaccionar de manera oportuna para atender este tipo de emergencias. El equipo está compuesto por: piloto, copiloto, tripulante, artillero y especialistas en rescate, valientes seres humanos, comprometidos y capacitados para controlar y extinguir las llamas, brindando total tranquilidad a la población civil.
Como primera medida, esta misión debe ser tramitada por medio de los comités regionales de gestión del riesgo al Centro Nacional de Recuperación de Personal (CNRP), una vez hecha la solicitud se procede a realizar el apoyo y trabajando en equipo con las demás entidades de socorro para proceder al lugar de la emergencia.
Para iniciar con el alistamiento, se revisa que los sistemas del gancho de carga estén funcionando correctamente, para esto, hay unas pruebas específicas, acompañadas de unos lanzamientos de agua, que verifican que esté operando correctamente, ya que este se opera a control remoto desde la parte de atrás del helicóptero, todo este proceso, corroborado en tierra para salir a ejecutar la maniobra.
Se requiere de dos horas aproximadamente para tener los equipos y sistema Bambi Bucket listos, ya que estos se almacenan en condiciones especiales, una vez se revisan se procede a enganchar los equipos al helicóptero y cargar la piscina por medio de carro tanques, esta cuenta con una capacidad de diez mil galones de agua y el agua que se utiliza, se mezcla con un líquido retardante químico, que convierte el agua gelatinosa, para evitar que esta se evapore de forma inmediata; haciendo un trabajo más efectivo, donde cada una las descargas, equivale a diez descargas sin este producto.
Una vez asignada la misión, el Bambi se dirige al lugar del incendio a realizar una previa coordinación de seguridad que consiste en llevar la aeronave hasta el lugar de la emergencia, donde se coordina la zona de aterrizaje, la seguridad del sitio y puntos de abastecimientos, todo esto en articulación previa y planeada con el grupo de bomberos, la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres, entre otras instituciones de atención a emergencias, que desde tierra, apoyan esta importante misión. Adicionalmente, se requiere un concepto de seguridad para verificar obstáculos, cuerdas y cadenas, que desde el aire sean difíciles de identificar por el piloto, manteniendo niveles óptimos de operatividad.
Para trabajar de manera eficaz, es necesario mantener un Puesto de Mando Unificado (PMU) cerca al lugar de los hechos para optimizar las comunicaciones y guiar a la aeronave de manera exacta, protegiendo como primera medida la población y viviendas del sector.
Cabe resaltar que todos los pilotos realizan desde su formación una constante capacitación, basados en entrenamientos, acompañado de pruebas continuas, para efectuar estas maniobras en la aeronave de acuerdo a las circunstancias de la emergencia, siempre bajo la premisa de la seguridad en todo momento.
En el año 2018, se presentaron alrededor de 300 incendios en el Valle del Cauca, sobre la cordillera occidental en sectores como Montañitas, en la Castilla, sobre la vía al mar y en el 2019 se registraron más de 400 incendios solo en la ciudad de Cali, donde la participación de su Fuerza Aérea Colombiana en algunos de estos eventos fue de vital importancia.
Con la disposición de contribuir a la extinción de estas conflagraciones y teniendo como premisa salvaguardar la vida de los colombianos y servirle a la nación, las tripulaciones de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, realizan entrenamientos continuos para estar siempre preparados y listos ante cualquier llamado de socorro de la comunidad.
De esta manera su Fuerza Aérea Colombiana, dispone de sus capacidades aéreas para reaccionar ante cualquier situación de emergencia que se pueda presentar; así garantiza la seguridad y protección en el suroccidente colombiano.